El cáncer de mama masculino está rodeado de incógnitas. Que su incidencia relativa sea menor en los hombres lo ha colocado en un rincón de la investigación y de la concienciación cuando los lazos rosas toman el protagonismo, estableciendo muchas veces una única visión del CM. Pero hay otra faceta más allá de esta aparente invisibilidad que va en detrimento de los pacientes: los prejuicios, tanto personales como colectivos, que rodean al cáncer de mama masculino. El hecho de que sea una enfermedad típicamente “femenina” hace que surjan sentimientos de vergüenza y miedo en los hombres que la sufren, retrasando los diagnósticos. Hoy Dando vida a tus metas quiere romper con ello desmontando los principales estigmas que enfrentan los pacientes para que quienes necesiten ayuda no duden un segundo en buscarla por atender a ideas erróneas.
La idea de “enfermedad femenina”
Nadie duda de que el cáncer, en general, es una enfermedad que no tiene género. Sin embargo, cuando se habla de cáncer de mama seguramente se viene a la mente una mujer, el color rosa y las historias de superación. Esta imagen colectiva ha ayudado a concienciar sobre la existencia de la enfermedad, pero también puede invisibilizar otras realidades, como las de las pacientes de cáncer de mama metastásico o los hombres que padecen CM.
La falta de referencias al cáncer de mama masculino no es un problema inocuo. Si un hombre no sabe que puede padecerlo, no podrá reconocer los síntomas de alerta, no podrá acudir al médico cuando sea necesario y el pronóstico puede empeorar por la demora en el diagnóstico. Por eso, es necesario desterrar de la conciencia colectiva que el cáncer de mama es una patología exclusiva de las mujeres y que los hombres asuman esta realidad y prevengan la enfermedad.
La vergüenza de una enfermedad que no es “de hombres”
La concepción de que el CM es una enfermedad femenina afecta a los pacientes incluso después de la detección de la enfermedad. ¿Cómo explicar que se padece cáncer de mama si es algo de mujeres? ¿Cómo hablar de las mamas en hombres?
Y es que los roles de género son reglas sociales que pueden llegar a ser muy estrictas. Aunque el acompañamiento y la comprensión de las personas no cambie, los pacientes se pueden ver cohibidos a la hora de hablar con ellas – e incluso con el equipo médico - de los síntomas o de los efectos de los tratamientos. Pero, como constructo social, esta vergüenza se puede romper. Todos, hombres y mujeres, tienen mamas, aunque presenten diferencias. Entonces ¿por qué no iban a poder los varones sufrir enfermedades relacionadas con esta parte del cuerpo?
Dejar el pudor de lado, superar los prejuicios y los tabúes, hablar abiertamente, sean hombres o mujeres, puede salvar vidas. Que el estigma no sea la causa de detectar tardíamente ningún cáncer de mama más.
“A mí no me va a pasar”
“Los hombres no estamos concienciados. Pero no estamos concienciados no solamente para la prevención del cáncer de mama, sino para ningún tipo de prevención”. Así resumía Juan Arce, miembro de INVI y paciente de CM, uno de los problemas a la hora de detectar el cáncer de mama masculino. Y es que la dejadez, el pensar que las probabilidades de sufrir una enfermedad, la falta de autoexploración, el retardar las visitas al médico, son más comunes en el comportamiento de los hombres que en el de las mujeres.
Si esto se une a que posiblemente no sepan que pueden padecer cáncer de mama, se genera una situación peligrosa en la que la enfermedad sigue creciendo de forma descontrolada. Nadie es invulnerable y la falta de información no detiene la patología. Concienciar sobre la necesidad de acudir a las revisiones médicas y conocer el propio cuerpo puede salvar vidas, más allá del CM.
El miedo a lo desconocido
El diagnóstico de una enfermedad, la que sea, trastoca la vida de quien lo recibe. El futuro de pronto parece mucho más cercano y, a la vez, más lejano; los planes que parecían claros, ordenados, se escapan entre los dedos y se abre un camino de incertidumbre. A qué pruebas habrá que someterse, darán resultado los tratamientos, cómo se sobrellevará la situación… Todos son preguntas, todo es desconocido y todo da miedo.
En el caso del cáncer de mama masculino estos temores pueden multiplicarse. Al desconocimiento sobre cómo se desarrollará la enfermedad, se une que seguramente no se haya escuchado nunca sobre ella, que no hay un profesional médico especializado al que acudir o que apenas se conocen las especificidades del cáncer de mama en hombres.
El miedo es totalmente natural en esta situación. Sin embargo, no puede ser un obstáculo para actuar: acudir al médico, preguntar, informarse en fuentes fiables o acudir a /asociaciones de pacientes/ para buscar asesoramiento y apoyo son pasos para reducir dentro de lo posible la incertidumbre del paciente.
Romper el silencio y el desconocimiento es mejorar la convivencia con la enfermedad y todos podemos aportar en este camino. ¡Comparte nuestro blog y ayuda a que los estigmas sobre el cáncer de mama masculino desaparezcan!