El cáncer de mama metastásico es la última etapa de una patología que es compleja desde su inicio. Antes de que el tumor se disemine a otras partes del cuerpo y aparezca la metástasis, existe un cáncer de mama primario que puede presentar distintas características que determinan el diagnóstico y el tratamiento e influyen en el pronóstico de los pacientes. Pero ¿cuáles son estas diferencias? Dicho de otra forma ¿qué tipos de cáncer de mama hay? En este artículo te presentamos una de estas clasificaciones para que puedas comprender mejor la enfermedad y apoyar a quienes conviven con ella.

Conociendo los receptores de las células tumorales

La clasificación molecular de los diferentes tipos de cáncer de mama se hace en función de la presencia, ausencia o cantidad de ciertas proteínas, llamadas receptores, en las células del tumor. Concretamente, las pruebas de detección de la enfermedad buscan los receptores de estrógenos y progesterona (receptores hormonales) y el receptor del factor de crecimiento epidérmico tipo 2 (denominado HER2). Además, también se estudia el marcador de proliferación (Ki67), una medida del porcentaje de células que están en división en el momento del diagnóstico.

La combinación de estas características de las células cancerosas es lo que determina cuál de los cinco tipos de tumor presenta el paciente:

Infografía - La combinación de estas características es lo que da lugar a la clasificación molecular de los cánceres de mama

Esta clasificación, aunque asentada, sigue bajo investigación, con estudios destinados a conocer más sobre lo que ocurre dentro de las células y cómo varían estas tipologías entre las distintas etapas de la enfermedad.

Cómo se relaciona el CMm con los cánceres primarios

Como decíamos al inicio, el cáncer de mama metastásico es un estadio de la enfermedad; es decir, cualquier tipo de cáncer de mama invasivo puede diseminarse a otras partes del cuerpo. En cualquiera de los casos, una vez traspasada la etapa metastásica, se convierte en una enfermedad incurable.

Sin embargo, no todos los tipos de cáncer se comportan igual: hay algunos más agresivos, con más posibilidades de desarrollar tumores secundarios fuera de las mamas. Uno de ellos es el triple negativo, que presenta más mutaciones genéticas en sus células y cuyas características hacen que no responda a muchos de los tratamientos comunes.

Distintos tipos, distintos tratamientos

La importancia de saber diferenciar entre los distintos tipos de tumores va más allá de la comprensión teórica del cáncer de mama. Significa saber cómo tratarlos con los recursos existentes o iniciar el desarrollo de nuevos medicamentos e intervenciones más eficaces para frenar su avance - o, como en el caso de la etapa metastásica, para intentar cronificarlos.

Por ejemplo, el cáncer de mama luminal A es sensible a tratamientos hormonales, mientras que en aquellos que presentan HER2 positivo se están utilizando terapias biológicas específicas para reducir esta proteína, cuya proliferación está asociada a tumores más agresivos.

Y es que la investigación no para en la búsqueda del camino hacia la cura de todos los cánceres de mama y la sociedad no debería para en su apoyo para dar más recursos a estos intentos y más vida a los pacientes que siguen esperando ese día.