La medicina no deja de sorprendernos. Cada mes surgen noticias sobre cómo la investigación busca y encuentra nuevas vías para tratar enfermedades, cada vez empujando sus límites un poco más allá, mejorando no solo la vida de quienes la padecen en la actualidad, sino también de las personas que la sufrirán en el futuro. Los esfuerzos de profesionales, instituciones y empresas de la salud en promover ensayos clínicos es clave para que el progreso no se frene. Y es en esta labor en la que los pacientes de cáncer de mama metastásico confían sus esperanzas de encontrar una cura a su patología. Hoy, Día Mundial de los Ensayos, Dando vida a tus metas quiere salir en defensa de esta herramienta como único camino para mejorar y alargar la vida de los pacientes de CMm.

La utilidad de los estudios clínicos

Los ensayos clínicos son instrumentos para la ciencia y, como tales, pueden servir para diversos objetivos. Aunque la creencia popular reduce su finalidad a probar nuevos medicamentos, estos procedimientos también sirven para estudiar combinaciones de los ya existentes - para aumentar su efectividad o reducir los efectos secundarios - y recoger información de quienes sufren la patología para saber más sobre sus características, como hace el estudio Dipcan. Estos últimos, denominados observacionales, no dan acceso a nuevos tratamientos a los pacientes que deciden entrar en ellos, pero sí permiten lograr una base de conocimientos para desarrollar más y mejores estrategias para tratar la enfermedad.

AECMM

Para que estos objetivos se cumplan se necesita una doble colaboración: la de los pacientes, cuya participación como voluntarios es vital para que la investigación sobre el cáncer de mama metastásico salga adelante, y la de la población general, quien tiene la capacidad de hacer llegar la información de los ensayos clínicos a más pacientes y de exigir más recursos para lograr más estudios y más ambiciosos.

Ensayos clínicos en España

La posibilidad de acceder a tratamientos antes de lo que tardarían en llegar a los hospitales o de ayudar al resto de pacientes de CMm prestándose a sí mismos como muestra pueden ser motivos de mucho peso para quienes se plantean participar en un estudio clínico. Sin embargo, se puede plantear la duda de cómo saber si se puede colaborar en uno y cuáles están disponibles.

Como decía Silvia Vega, miembro de la Asociación Española de Cáncer de mama metastásico en su entrevista a nuestro blog, en España hay grandes iniciativas investigadoras que pueden ser interesantes para los y las pacientes – algunas más cerca de lo que pensamos. Hospitales y centros asistenciales como el 12 de Octubre de Madrid, el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona y otros en diferentes localizaciones (Salamanca, Cáceres…) tienen entre sus actividades la labor investigadora sobre el cáncer de mama matastásico.

Para encontrarlos, más allá de hablar con el equipo médico - quien conoce mejor la situación que se atraviesa respecto a la enfermedad -, los pacientes pueden buscar información en fundaciones, portales de salud e investigación de las o en asociaciones de pacientes. Allí podrán encontrar no solo oportunidades de participar en ensayos clínicos, sino también acompañamiento de personas que viven su misma realidad.

Asociación de pacientes con cáncer de mama masculino

Por una investigación sin límites

A pesar de todas las razones a favor de colaborar y promover más y mayores ensayos clínicos para lograr una cura para el CMm, siguen existiendo muchas limitaciones para que este deseo se haga realidad. Una de ellas es la falta de recursos y la insuficiente colaboración pública en la financiación, lo que hace que muchas facetas de la patología, como sus diferencias en los pacientes hombres respecto a las mujeres, estén aún en sombras.

A esto se une la falta de conocimiento general sobre el cáncer de mama metastásico y sobre el funcionamiento de la investigación, que genera desconfianza, prejuicios e invisibilidad. Que el Día Mundial de los ensayos clínicos sea el principio del fin de este obstáculo… y un paso más en el camino hacia la cronificación de la enfermedad.